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La muerte no es el final de la historia

Por Annabel Torrealba
20 de Abril 2025
[Tiempo estimado de lectura: 6 minutos]

church from the streets
El reconocido pastor argentino, Salvador Delutri, dice que: 
«Vivimos en un mundo de hombres tristes, amargados y desesperanzados», pero dentro de esta narrativa se esconde un mensaje transformador que habla de nuestras preguntas existenciales más profundas.

Esto nos recuerda los acontecimientos que se desarrollaron en una Jerusalén hace 2.000 años. Durante la Pascua, la ciudad se transformó en un mar de humanidad, con peregrinos que llegaban en masa de todo el mundo conocido. En esta atmósfera cargada, los seguidores más cercanos de Jesús se enfrentaron a su propia crisis de fe. A pesar de meses de preparación, les costó aceptar el destino predicho por su maestro. Lo que siguió fue un torbellino de acontecimientos: un arresto nocturno, juicios apresurados y, a las nueve de la mañana siguiente, una crucifixión. La velocidad dejó a los seguidores tambaleándose, dispersos y escondidos tras puertas cerradas.

La narración de los eventos revela dos caminos distintos en la tumba vacía, encarnados en la experiencia de María Magdalena. Inicialmente, ella representa lo que Delutri llama «la religión de la muerte»: buscar un cadáver para honrarlo, planificar rituales de recuerdo, crear significado a través del memorial. Esto refleja muchos enfoques modernos de la pérdida y la búsqueda de significado, centrados en el pasado en lugar de en la esperanza futura.

La historia no termina ahí

El encuentro de María Magdalena con Cristo resucitado transforma por completo su comprensión. «Ahora no tenemos un cadáver, tenemos la victoria sobre la muerte», explica Delutri. Este cambio de una fe centrada en la muerte a una centrada en la vida marca la diferencia esencial entre la mera religión y la creencia transformadora.
Este acontecimiento histórico habla a los corazones modernos precisamente porque aborda nuestra crisis contemporánea de sentido. El pensamiento existencialista de la posguerra ha dejado un legado de desesperanza, sugiriendo que la desesperación es de alguna manera más auténtica que la esperanza. Sin embargo, la narración de la Pascua sugiere otro camino, no a través de la euforia fabricada o la positividad forzada, sino a través de lo que Delutri describe como crecimiento orgánico: «La verdadera alegría crece en el corazón como una semilla... no es una emoción externa».

La distinción entre esperanza artificial y auténtica se vuelve crucial aquí. La sociedad moderna a menudo ofrece escapadas temporales: entretenimiento, consumo o lo que Delutri llama «climas prefabricados de euforia». Pero estos solo proporcionan un alivio momentáneo de la ansiedad existencial. La narrativa de la Pascua propone algo más sustancial: una esperanza basada en un acontecimiento histórico pero que transforma personalmente. Esta transformación no es solo una conversión religiosa, sino un cambio fundamental en nuestra forma de ver la vida, la muerte y su significado. Mientras que muchas filosofías modernas nos enseñan a vivir «enfrentándonos a la muerte sin esperanza más allá de ella», la narración de la resurrección sugiere que la muerte no es la última palabra sobre la existencia humana.

El desafío sigue siendo personal, entonces ¿cómo abordaremos estas cuestiones existenciales? ¿Nos conformaremos con distracciones temporales y la euforia artificial, o buscaremos una fuente de esperanza más sostenible? La narración de la Pascua nos invita a considerar estas cuestiones de nuevo, independientemente de nuestro origen o creencias religiosas.

Pongamos nuestra fe en el Cristo resucitado, pongamos nuestra vida y nuestra esperanza en Él. Dejemos que el Cristo resucitado produzca en nosotros ese gozo permanente, a pesar de lo que pase a nuestro alrededor y que pueda convertirse en alegría y en un mensaje esperanzador para todos los que están a nuestro alrededor. Que esta Pascua sea realmente la Pascua donde no solamente recuerde que Cristo resucitó, sino que su corazón y su vida resuciten juntamente con Cristo a la alegría, al gozo y a la esperanza.


*Artículo adaptado del programa Tierra Firme titulado: El gozo que nace en Pascua, producido por Salvador Dellutri y Esteban Larrosa.
**RTM – o Radio Trans Mundial – es la versión en portugués y español de TWR. **Un seudónimo
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